Pamela pinta colores sobre su rostro
y oculta su sonrojada filosofía
Pamela tiene una niña de porcelana
y sueños que se despiertan contando días
Pamela se contornea bailando rumba
y grita su inocultable y clara alegría
revelan sus ojos dulces la picardía
que llena mi noche larga de rebeldía
Pamela hoy es mi musa llena de amores
que vagan en mis recuerdos adolescentes
me pierdo en sus labios gruesos y me acomodo
en una suave caricia tan indecente
Palpito, pido y suspiro por unos besos
y aclaro que poco importa como me lleguen
me alcanza con que suspire leyendo versos
que nacen de mi poesía irreverente
Entonces solo me queda imaginarla
desnuda como una obra de algún pintor
que mira y sin dejar de poder mirarla
regala todo su arte y no pide nada
Pamela sueña y desea, espera y sabe...
que el norte tiene mas suaves las madrugadas.
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