19 enero 2010

Comprensión

Querido santa, desde mi mas pura inocencia podría aceptar que no tenés tiempo para llegar a todas las casas de los niños.
No se cuantos seremos pero imagino que muchos, repartidos por todo el mundo, que no solo pienso redondo, sino que además resbaloso.
Deberías contratar más enanos para tu fábrica de juguetes, podrías visitar todos los circos del mundo y darles empleo a esos chicos grandes con caras tristes, serian más felices.
Claro que habría menos enanos en los circos y eso seria un problema. A los niños nos gustan los enanos, están a nuestra altura.
Y si cambias a los renos por tigres?
Podrías bajar en la selva…nadie notaría la diferencia.
Y si te buscas una novia?.
Escuche por ahí que el amor resuelve un montón de cosas.
Ella podría ayudarte a envolver los juguetes en esos papeles coloridos y brillantes y además podría conducir tu carro.
Decime, si llueve?, salís igual?.
Si queres te regalo mi piloto, al menos podrías cubrirte la cabeza.
Sos amigo de los reyes magos?, ellos también podrían ayudarte.
Yo cuando tengo problemas llamo a los míos y me ayudan.
Yo seria tu camarada, tal vez espíe los paquetes, pero no tocaría ningún juguete que no sea para mi, no te preocupes.
Siempre me quedo despierto lo mas que puedo, aunque sea para ver como vuela tu trineo.
Todavía no lo vi, debe ser gigante. Tiene luces?.
Deberías afeitarte, sobre todo en verano.
Bueno querido santa, ya estoy teniendo sueño, espero que pases por mi casa, como lo hiciste hasta ahora.
Sos un capo.
Y si un día no llegas, no te preocupes.
Aunque no lo creas, nosotros te entenderíamos.

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